El 7 de junio de 2007, el barrio de la Estación recuperó un emblema de su identidad sociocultural y ferroviaria. La ciudad, un espacio de tradición artística: el Teatro de la Confraternidad.
El proyecto de recuperación del Teatro fue iniciado en el año 2000 por el entonces Director de Cultura Rubén Betbeder quien convoca a un grupo de vecinos y vecinas conformando la Asociación de Amigos del Teatro de la Confraternidad. La Asociación trabajó con el apoyo del Municipio local y logró reabrir el espacio, recuperándolo para la actividad artística y cultural de Tandil. Desde entonces es coordinado por la Subsecretaría de Cultura y Educación del Municipio y en este contexto tan complejo es abrigo de artistas locales para ensayos, talleres y funciones cuando las condiciones sanitarias lo permiten.
La sala había permanecido cerrada desde los años 90 –cuando también se inició el desmantelamiento del sistema ferroviario nacional- hasta que las voluntades aunadas de referentes, autoridades, instituciones y vecinos pusieron en pie, primero el sueño de la reapertura, y luego todas las fuerzas que hacían falta para plasmarlo en un hecho real, feliz y duradero.
Reabría sus puertas aquel Salón nacido en 1925 por iniciativa de los dos sindicatos ferroviarios (La Fraternidad y la Unión Ferroviaria), punto neurálgico de la actividad sociocultural de un barrio. La Facultad de Arte, al igual que diversas instituciones educativas, espacios culturales, organizaciones sociales, deportivas y culturales de la ciudad, han sido actores fundamentales en esa recuperación aportando estudios, investigaciones, propuestas artísticas, enriqueciendo la agenda y compartiendo proyectos comunes.
En este repaso, recupera algunos hitos fundamentales de ese proceso de labor conjunta y plural de una comunidad y muchas instituciones.
Haciendo un poco de historia
Victoria Fuentes es docente e investigadora de la Facultad de Arte, directora del núcleo de investigación “Teatro, Educación y Consumos Culturales”
- ¿Cómo ha sido el camino transitado desde la investigación, acerca de la historia del Teatro de la Confraternidad?
El estudio del teatro en La Confraternidad se enmarca en un trabajo mucho mayor que ha sido la historización del teatro y las artes escénicas de nuestra ciudad. Inicié el abordaje de las realizaciones en La Confraternidad ferroviaria con el estudio del conjunto filodramático Alborada. Más tarde, volví al teatro, o mejor dicho, a analizar lo que allí ocurría con el desarrollo de mi tesis de Maestría en teatro argentino y latinoamericano (UBA) que se ocupa de la actriz tandilense Marilena Rivero, quien en 1958 protagonizó “La zapatera prodigiosa” de Federico García Lorca, obra con la que se realizó la inauguración de la sala
- ¿Cuál considerás que ha sido el impacto de la Confraternidad en la teatralidad local?
Sin dudas, ha sido coyuntural para el barrio y para la ciudad. En las conclusiones de un trabajo, planteo que su edificio, la enorme puerta de hierro y la sala -aún hoy con las butacas originales recuperadas- son patrimonio cultural ineludible del barrio, pero también -y menos visible en el cotidiano- patrimonio intangible que él resguarda. Cada comunidad reinventa sus estrategias, motivos y modos de conservación. En el caso del barrio de la Estación, la actividad teatral ha sido un hilo conductor en este sentido.
- ¿Cómo describirías el movimiento cultural desarrollado en torno a la sala y motivado por el espíritu del barrio?
Como todo espacio ganado al olvido y a la destrucción para la cultura y el arte, el Teatro de La Confraternidad ha construido su propia agenda, compuesta por talleres, espacios de activación patrimonial y biblioteca, todo lo cual forma parte constitutiva de un eje para la actividad cultural del barrio.
Los filodramáticos congregados en Alborada seguramente también se reencontraron con sus ideales en las puestas y las reuniones en la sala. También, las intenciones de los independientes al recuperar en los años ´50 el Teatrillo: su teatro, con un nuevo elenco y el deseo intacto de ser motor de la cultura barrial. Finalmente, en 2007 fueron otra vez los vecinos quienes aportaron a la reapertura con el apoyo de la Municipalidad y la anuencia de los sindicatos, pero también con la firme convicción de que el espacio era suyo.
De sus trabajadores y trabajadoras
Florencia Berruti es actriz, docente y gestora cultural. Durante los primeros 7 años transcurridos desde la reapertura, fue coordinadora del Teatro de la Confraternidad en vinculación con la Subsecretaría de Cultura y Educación del Municipio. Hoy realiza tareas en dicha dependencia, es docente en escuelas secundarias, ayudante de cátedra en la Facultad de Arte y a la brevedad será representante de la región 11 del Consejo Provincial de Teatro Independiente.
“Lo primero que siento al recordar esos años -2006-2007- es alegría y también nostalgia, si tenemos en cuenta el actual contexto de pandemia. Fue un enorme orgullo haber tenido la posibilidad de trabajar en el proyecto de co-gestión entre la Asociación Civil Amigos del Teatro de la Confraternidad y el Municipio para la puesta en valor y reapertura de la sala. Luego, llevar adelante durante los primeros 7 años la coordinación de “La Confra” -como le decimos cariñosamente- fue una construcción colectiva tan desafiante y feliz… era muy joven y daba mis primeros pasos: fueron tiempos de aprendizajes muy valiosos”.
Recuerdo que el principal desafío fue el de poder resignificar el espacio poniendo en valor su sentido iniciático: ser un salón sociocultural. El objetivo mayor era ése: apostar a la perspectiva sociocultural, recuperando los aportes de cada vecino, vecina y cada artista que se sumó al proyecto, diseñando propuestas participativas que contribuyeron a recuperar su identidad y fortalecieron su imagen frente a un entramado cultural en el que era necesario instalar a la sala del barrio de la Estación, dentro de un circuito cultural que ya estaba en funcionamiento.
El diseño de gestión fue fundamental y se realizó a través del aporte de todas las personas que fueron conociendo y dando a conocer sus propias historias en relación al Teatro. El barrio de la Estación brindaba su acompañamiento incondicional y siempre en una atmósfera de celebración se recorría el lugar y se iban sumando las propuestas. Al fin y al cabo, de eso se trata también nuestra profesión de gestores y teatristas: de recuperar historias, sentires, sueños y darles una voz, un cuerpo.
Lo que al principio parecía imposible se fue convirtiendo en un presente sostenido y en un pasado resignificado que fue la base para generar las propuestas que incluían y ponían en valor ese sentido de identidad y pertenencia. Entonces, aparecieron las tertulias aniversario, las milongas de cumpleaños y otras actividades en las que se celebraba la vida de una comunidad porque se articulaban acciones, emociones y visiones entre las diferentes instituciones públicas y de la sociedad civil que acompañaban el crecimiento de La Confra.
Fue una experiencia maravillosa y me siento una privilegiada por el hecho de haber sido parte de la reconstrucción de ese saber colectivo que es lo que ilumina el presente.
La Extensión Universitaria de la Facultad de Arte en el Barrio la Estación
Ana Silva es docente del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Facultad.
Uno de los proyectos más importantes que se llevó a cabo desde Extensión de Facultad de Arte es la realización del documental “La Confra (1925-2015)”, en el marco del primero de una serie de iniciativas en las que se articularon acciones con distintos actores e instituciones en torno de la memoria y el patrimonio cultural del Barrio de la Estación: el Centro Cultural La compañía, la Biblioteca Salceda, Incubadora de Arte y la inquietud de muchos vecinos e instituciones”.
Esa tarea se ejecutó entre 2014 y 2015 y se denominó “Políticas públicas para el desarrollo local. Activación patrimonial de la identidad ferroviaria en la ciudad de Tandil” (aprobado por Resolución SPU Nº 3272 del 20/nov/2013) y estuvo a cargo de las Facultades de Arte y de Ciencias Humanas de la UNICEN, Asamblea del Barrio de la Estación y Centro Cultural “La Compañía”.
Entre las principales actividades y producciones artísticas desarrolladas en esta etapa, se cuenta la investigación y documentación para la realización de un cortometraje documental sobre el salón de la Confraternidad Ferroviaria, incluyendo la elaboración de guiones, rodaje y edición. La dirección del documental estuvo a cargo de Marina Delavanso, entonces estudiante de la carrera de Realización Integral en Artes Audiovisuales y del equipo de trabajo participaron integrantes de los distintos claustros y actores del entramado social e institucional del Barrio
Link para ver el documental:
https://www.youtube.com/watch?v=aND46Y0pSzU&ab_channel=BarrioLaEstaci%C3%B3nTandil)
Cabe mencionar, además, el libro “Instituciones, identidades, poéticas. Prácticas y trayectorias artísticas en el sur de la provincia de Buenos Aires” (2018), que contiene publicaciones sobre La Confraternidad, incluyendo referencias a audiovisuales que se generaron sobre el espacio (http://www.arte.unicen.edu.ar/artepublicaciones/libros/instituciones-identidades-poeticas.pdf (Pp. 157-179)
El sostén colectivo del proyecto cultural
La reapertura del Teatro de la Confraternidad ratifica el valor del trabajo conjunto, una red que emprendió una labor minuciosa de revalorización del barrio, de su infraestructura y su historia. Y una vecindad que estuvo a la altura de sus pioneros, de sus sueños y realidades. El sello indiscutible de una comunidad de gente trabajadora.
La Secretaría de Extensión de la Facultad de Arte agradece los aportes de Victoria Fuentes, Ana Silva y Florencia Berruti por los testimonios brindados para este informe.
El Teatro de la Confraternidad está ubicado en la calle 4 de Abril 1371, (249) 4438508, depende de la Subsecretaría de Cultura y Educación y actualmente es coordinado por Ignacio Díaz Delfino.
Compartimos imágenes de su inauguración: