Hubiéramos querido que nuestro saludo de fin de año fuera de buenos deseos para el pueblo, la patria y la educación pública.

Nos encontramos frente al peligro real de avasallamiento de los poderes del Estado y la eliminación de instituciones y derechos conquistados. Por eso, nuestro saludo abraza y convoca a sostener colectiva y solidariamente la igualdad de oportunidades, el respeto a las diversidades, la protección de la tierra y los recursos naturales, la defensa de las leyes que crearon instituciones como el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional del Teatro, el Instituto Nacional de la Música, entre otras, que no fueron creadas sólo para defender artistas sino para garantizar que el pueblo acceda a la producción identitaria de cultura y soberanía que conllevan los bienes y servicios culturales.
Porque la democracia, la soberanía y la educación pública están en peligro, en nuestro saludo de fin de año el deseo es que seamos capaces, como universidad pública, de superar individualidades para gestar proyectos colectivos, de docencia, de ciencias, de artes, de trabajo interclaustro y con articulación comunitaria en cada rincón de nuestros territorios.