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Hay energía conurbana, claro. Y así como la urbana o la rural, o como cualquier energía, no es solo generadora de movimiento sino además de forma.
Es un punto de vista y los puntos de vista determinan lo mirado, hacen a la singularidad, sí, pero son además procedimiento. Dicté hace unos años un seminario convocado por Norestada. Encontré en esos artistas, en ese colectivo, un compromiso apasionado, una decisión tan lejos de la apatía amateur, que volvieron cada una de aquellas mañanas en Victoria una caldera de ideas y de imaginarios. No era difícil suponer viendo aquella energía, que ese dinámico interés por la dramaturgia generaría mucho más.
Este libro es resultado de esas cosas: esa pasión teatral, la singularidad de la mirada de sus creadores y la sutil calidad de sus procedimientos. Como siempre con esto del teatro, los textos encontrarán sus puestas y aquella energía habrá encontrado su sentido. La brasa habrá encendido la fogata. Brasa conurbana, leña brava. Ardor y aguante. Lo que el lector quiera.
Mauricio Kartun
-El teatro independiente conurbano como energía cultural alternativa-