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Incluye las obras: Esa mujer alta, elegante, decidida, Le pasa a todo el mundo, Todo vale, nada vale, Puedo jugar a estar dormido y Amelia, la mujer clavada.
Quizá los versos de Rubén Darío citados en el epígrafe sean una brevísima síntesis de las reflexiones que nos proponen las cinco obras que aquí presentamos. No saber de dónde proviene, cuáles son sus raíces más profundas, vivir el presente en la preocupación de futuro, la vejez portadora del inevitable deterioro, la muerte y la trascendencia constituyen la eterna preocupación que tendrá el ser humano mientras exista.
El arte, la filosofía, la religión han intentado las respuestas. El teatro de Alberto Brandi ahonda las búsquedas, revisa las soluciones que ha encontrado su sociedad en especial y deja la agria sensación de que no se llega a las respuestas.
Alberto Brandi nació en Buenos Aires, Argentina, en 1942. Se recibió de abogado en la UBA. Estudió Bellas Artes en Macalester College en Minnesota, EE.UU. y en la Escuela de Bellas Artes de París. También asistió a numerosos seminarios y talleres de arte y literatura.
En 1972 comenzó a escribir poesía y en 1983 inició su producción dramática. Ha desarrollado en forma paralela sus actividades artísticas y literarias.
Entre 1986/7 hizo la puesta en escena de dos de sus obras de teatro. Entre 1986 y 1998 incursionó en la televisión cultural, y entre 1994 y 2003 participó de la coordinación de Casa de la Cultura, ambas actividades en General Roca, Río Negro, Argentina, donde reside actualmente.
Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas. También ha publicado seis de sus libros de poemas y relatos cortos.