Más resultados...
Valor y símbolo. Dos siglos de industrias culturales en Argentina busca identificar los principales nudos, inflexiones, acontecimientos y aspectos relevantes de una inmensa trayectoria cultural y productiva que ha concitado el compromiso y el protagonismo de cientos de artistas, productores y gestores, pero sobre todo de millones de anónimos argentinos que, en cada etapa histórica, fueron parte de esta historia vasta y plural. Se trata de un texto de referencia que busca construir un panorama sobre las industrias culturales en Argentina, pensado tanto para el público en general como para especialistas, artistas, gestores y funcionarios. Concebida como una obra colectiva donde el principal soporte son las investigaciones, estadísticas y cartografías del SInCA (Sistema de Información Cultural de la Argentina), programa dependiente de la Dirección Nacional de Industrias Culturales de la Secretaría de Cultura de la Nación, Valor y símbolo también comparte sus materiales con las opiniones y juicios de 18 protagonistas y analistas, en representación de cada industria cultural. En tal sentido, el texto central que integra las reflexiones globales sobre cada sector aparece acompañado por columnistas, recuadros sobre momentos y acontecimientos culturales, y un conjunto de imágenes ilustrativas. Además, al final de cada capítulo se incluye un Anexo estadístico de gráficos, cuadros y mapas, donde se publican más de 90 gráficos y más de 15 mapas nacionales y locales elaborados especialmente.
Las prácticas, acciones y productos que forman parte del campo cultural tienen, además de una dimensión simbólica, una económica. Como parte de este enfoque, en los últimos años se ha puesto de manifiesto el fuerte impacto económico y social que las actividades culturales tienen en la Argentina, y se ha resaltado su carácter de “valor agregado-intensivo” y las perspectivas que de ello se deducen. En tal sentido, el impacto de la cultura sobre el PBI, que ha pasado de un 2,3% en 2004 a un 3,5% en 2009, muestra un período de alto crecimiento, acompañado por transformaciones cualitativas en los mecanismos de producción, circulación y consumo culturales. En un mundo impulsado por dispositivos únicos de transporte de los más diversos contenidos, la batalla cultural por la autonomía, por la preservación de las identidades, por el resguardo de los bienes culturales nacionales, se ha vuelto cada vez más estratégica. Como siempre, sólo podrá librarse con el respaldo de una base de sustentación que, por un lado, actualice la riqueza de nuestras mejores tradiciones y, por otro, nos fortalezca ante los desafíos de una economía mundializada.
En la Argentina reciente, la puesta en escena de diversos debates vinculados con la estructura legal, económica y de producción de contenidos de los medios de comunicación, ha intensificado una discusión mayor sobre el destino de las industrias culturales. En el año en que el país cumple 200 años, esos debates no dejan de invitarnos a recorrer los caminos que las industrias culturales transitaron desde los albores de la Patria y a descubrir que los debates de estos días que corren no son tan diferentes a aquellos que desvelaban a nuestros padres fundadores.