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• Teatro | Obras

PAÍS DE ORIGEN
La Habana, Cuba

Desde 1949, fecha en que se creó la República Democrática Alemana, el quehacer teatral cobró un gran impulso en el joven estado, y con el aporte decisivo de verdaderos colosos como Bertolt Brecht y Friedrich Wolf, comenzaron los jóvenes dramaturgos a crear obras que aunque no se referían a los profundos cambios ocurridos entre los años 45-49, fueron una continuación del llamado “drama del exilio” emprendido por la generación anterior.

Los temas más abordados del período fueron las contradicciones del fascismo y la guerra, unidos a la incorporación de los combatientes a las nuevas condiciones de paz. La figura protagónica por excelencia fue el luchador antifascista. Este personaje se convirtió en el antecedente inmediato de la imagen humana que recogerá en sus primeros pasos el drama socialista de la década del 50, porque en él se conjuga el espíritu antifascista a un profundo sentido de la responsabilidad social, que se correspondía con el perfil ideológico surgido de la gran enseñanza histórica que dejara la derrota militar del fascismo. En este período se destaca Erwin Strittmatter, que refleja en sus obras los grandes cambios sociales que se sucedieron en el viraje radical del sistema social y que trajeron consigo figuras inmersas en las situaciones determinadas por la conformación de las nuevas estructuras sociopolíticas internas.

La evolución de la pieza teatral dio como resultante una nueva modalidad que, iniciada por Brecht, toma cuerpo y se extiende a los autores de las décadas del 50 y el 60: el drama dialéctico. Esta forma de teatro surge al calor de las luchas ideológicas y políticas, y toma su modelo esencial del método épico para incorporarle a éste los elementos del montaje del teatro de agitación y propaganda. El drama dialéctico es, en suma, el producto de una de las recepciones más creadoras que se hiciera de la obra brechtiana.

En 1969, Rainer Kerndl inicia una nueva tendencia en la que se plantean las relaciones individuo-sociedad desde una óptica individual. El tema de la producción, tan tratado por sus contemporáneos está presente en la obra sólo de forma indirecta, cuando éste le proporciona aspectos importantes en el conflicto de sus personajes, alejándose así de las corrientes más fuertes en la década del 60.

El drama de RDA recoge viejos problemas que mantienen su vigencia y otros inherentes a nuestros contemporáneos, temas tan diversos como la liberación de la mujer, el amor en las nuevas condiciones, la lucha entre lo viejo y lo nuevo, están tratados con agudeza por esta dramaturgia de la que ofrecemos un incitante panorama con esta antología que contiene las obras siguientes: Madre coraje y sus hijos de Bertolt Brecht, El círculo vicioso de Hedda Zinner, Katzgraben de Erwin Strittmatter, La señora Flinz de Helmut Baierl, Ha encontrado una muchacha de Rainer Kerndl y Cemento de Heiner Müller.