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Ugo Betti nació en Camerino (Italia), en 1892 y murió en 1953, tras haber dedicado su vida al ejercicio de la judicatura y al teatro. Esta doble actividad suya se ha hecho evidente más de una vez a lo largo de su obra, al dar forma teatral a algunas observaciones hechas en su vida profesional. Pero la obra de Betti es mucho más compleja. Betti es un agudo observador de su tiempo, y su tiempo, en Italia particularmente, no ha sido nada sencillo.
Los rasgos más destacados de su arte dramático manifiestan un sentido trágico de la vida, y en aparente contradicción, una fe en el hombre que salva a su obra del nihilismo. Estrenó su primer drama, La Padrona, en 1927, alcanzando un éxito notable, debido en buena parte a la violencia del tema tratado y a la fuerza del estilo. A La Padrona siguió una producción rica e ininterrumpida en la que Betti alternó el teatro, los relatos breves y una novela. Entre sus dramas cabe destacar Un Alberto sul Porto (1934), Casa sull’ Acqua (1939), Il Diluvio (1943), Ispezione (1947), etc. Pero sobre todo son los últimos dramas, los producidos en los años anteriores a su muerte, los que han hecho que la fama de Betti se haya extendido por todo el mundo: Marito e Moglie (1947), Corruzione al Palazzo de Giustizia (1949), Delitto all’Isola delle capre (1950) y La Regina e gli Insorti (1953). En este tomo, la Editorial Losada presenta cuatro de sus más célebres piezas: Marido y mujer, Delito en la isla de las cabras, Lucha hasta el alba y Corrupción en el Palacio de Justicia.