Más resultados...
“Teatro: Diario de encuentros con maestros exhibe, además, una estructura al modo de las cajas chinas, en donde cada unidad con sentido propio y autosuficiencia se va insertando en unidades cada vez más amplias y comprehensivas. Se trata de una escritura tectónica y no lineal en la que el interés del lector halla su satisfacción en la mayor complejidad y dificultad de los niveles, los juegos y los distintos tipos de ejercicios, y en el éxito o fracaso en el desempeño individual o grupal de los participantes de cada encuentro, vistos por el lector a través de los momentos de autoevaluación y evaluación.
Nuestra propia experiencia como lectores nos alienta a aventurar una predicción: el futuro lector de este texto podrá participar activamente de cada encuentro, contrastar sus propias experiencias con las de los participantes de cada sesión y sacar sus propias conclusiones.
Y aquí termina este prólogo-exordio a esta notable contribución de Hilda Elola a la pedagogía teatral, fruto de una larga, lenta y esforzada experiencia como maestra y profesora de teatro. Podemos asegurarle con palabras de Borges que su Diario de encuentros… queda en nuestra memoria como una tierra imaginada que en cualquier momento puede volvérsenos patria, pues sentimos que hemos estado allí, y aún seguimos estando…”
Del prólogo de Edgardo R. Palavecino