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La intensa trayectoria creadora de Norman Briski ha incluído la actuación en teatro (en el circuito comercial, profesional e independiente: La fiaca, Rosencrantz y Guildersten han muerto, Cementerio de automóviles, ésta última bajo la dirección de Víctor García), cine (numerosas películas nacionales y, en España, Elisa vida mía y Mamá cumple cien años, dirigido por Carlos Saura) y televisión, así como la dirección escénica (Potestad, El señor Galíndez, numerosos “sociodramas” con el Teatro Popular Octubre, espectáculos callejeros de creación colectiva en Latinoamérica y Estados Unidos) y la docencia (en Buenos Aires, regularmente, desde la creación del Teatro Calibán, en 1986). Pero también registra la singular escritura de una docena de piezas dramáticas de las cuales este volúmen reúne siete, en su mayoría inéditas hasta hoy: El astronauta, Alfalfa, Con la cabeza bajo el agua, Rebatibles, Cena incluida, Verde oliva y Fin de siglo. En ellas el lector encontrará, en esencia, el peculiar mundo estético e ideológico de Briski: su humor reflexivo entre el absurdo y el agudo análisis de la realidad, su balance de la experiencia de la dictadura y el exilio, su actual pensamiento “antiposmoderno” (según lo define Jorge Dubatti en su estudio preliminar), su examen -entre la crítica y la adhesión emocional- de los mitos y los comportamientos que rigen nuestra vida social.