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Estas obras plasman historias que pudieron haber sucedido en la época de nuestros abuelos. Situaciones emotivas, crudas y hasta por momentos graciosas reflejan la vida de familias de inmigrantes radicadas en el campo a principios de siglo.
Nada más representativo de las relaciones humanas que los amores a escondidas, los vaivenes sentimentales, los prejuicios sociales y las siempre cuidadas apariencias. El patriarcado ejercido al extremo en beneficio de la paz y la prosperidad familiar, y la unión indiscutida de sus miembros en defensa del honor y del buen nombre.
Si algo tienen en común estas vivencias es justamente la férrea voluntad de sus protagonistas para el trabajo duro -sin cuestionamientos- y para la ayuda incondicional. Pero también, como en todo conflicto, el reproche está latente y los más oscuros sentimientos afloran -sin importar el parentesco- cuando los acuerdos fallan o cuando se ausentan la verdad y la lealtad.
La entereza de algunos contrasta con la debilidad de otros, todos ellos en un solo mosaico de relacioes que configura, sencillamente, el entramado familiar que estas obras logran mostrar con maravillosa fidelidad.