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• Dramaturgias de Provincias
• Teatro | Obras

PAÍS DE ORIGEN
Tandil, Buenos Aires, Argentina

Parte del Proyecto “Biblioteca de Dramaturgos de Provincias” – Difusión de obras inéditas. Dirigido por la Dra. Julia Lavatelli.

Punta Páramo

Cuatro personajes, cinco escenas marcadas por el clima.

(Amanecer) Una pareja. Zándor e Irina están en un paraje desértico de Tierra del Fuego. El lugar está poblado de crucecitas viejas, derruidas. Ella está embarazada y no quiere parir ahí; él necesita juntar más oro antes de volver a Buenos Aires. Han construido su casa al lado de un cementerio. Ejih, la india, llega caminando a marcarles la falta de respeto por los muertos. Quiere que se vayan, y ellos quieren que se vaya. Zándor la echa a empujones. (Atardecer) Ejih quiere construirse una choza donde antes tenía la otra que ya no está (ella vive en una estancia en la que trabaja). Dice que los hombres están locos por el oro. Llega Zándor con Halloran, un trabajador de las minas que está borracho y, antes de volver a su tierra, va a pasar la noche en el lugar. (Anochecer) Halloran, ebrio, sale de la casa e increpa a Zándor. Se ha dado cuenta de que la pareja se dedica a robarle a los mineros luego de envenenarlos con la “sopa de camarones”. Pero ya es tarde para él. (Amanecer) Al igual que en la escena uno, Zándor entierra un gran bulto. Pero ahora sabemos que entierra a las víctimas del saqueo e Irina se encarga de quemar sus ropas. Irina quiere irse en el primer barco, no se siente bien allí, tiene puntadas en la panza. Zándor habla de eliminar a Ejih; quiere más oro y eso los enfrenta. Él empieza a ahorcarla hasta que aparece Ejih y le clava un palo en el pecho. Irina va a parir. Ejih la ayuda. Va a nevar. (Desierto blanco) Todo nevado. Sólo queda Ejih con la valija con oro y el bebé, a quien le habla mientras lo arrulla. Lo va a llevar a la estancia por donde no los encuentren los hombres de la península.

La tierra se hace mar, el mar se funde en el cielo, y el cielo en el infinito. En la nada. Como lo que queda en Punta Páramo.

Partitura Géminis

Bonafede ubica en un ambiente pequeño y opresivo a Cástor y Pólux (hermanos ellos, al igual que los mitológicos e inseparables Dioscuros, cuya leyenda dice que fueron transformados por Zeus en la constelación de Géminis). Junto a ellos vive su madre, tercer personaje de la pieza, de quien sólo se oye la voz en off a través de un parlante ubicado a la vista. La entrada a la habitación de la madre está sobreelevada; desde allí, su voz ordena, grita, indica, obliga a los hermanos, los controla, los degrada.

Cástor y Pólux realizan las tareas del hogar: cocinan, limpian, arrollan madejas de lana, hacen trabajos tales como arreglar prendas y restaurar pinturas rotas; recuerdan a su padre muerto cuando ponen un disco de twist, pero la madre los obliga a escuchar a Enrico Carusso.

Los hermanos son distintos entre sí: mientras Cástor teme la oscuridad, Pólux gusta de ella porque es “mezcla de silencio y prohibición”; Cástor quiere morir para dejar de sufrir, Pólux dice que todo está determinado y no se puede ir contra el destino. Recordamos que, en la mitología, ambos eran hijos de Leda; mientras Cástor (mortal) era hijo del rey espartano Tindáreo, Pólux (inmortal) fue concebido cuando Zeus sedujo a Leda bajo forma de cisne.