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Nos es altamente honroso incorporar a nuestra editorial el nombre de Alejandro Casona, tan ilustre en las letras castellanas como prestigioso en el teatro universal. Esta publicación de su brillante comedia, Prohibido suicidarse en primavera, una de las más felices salidas de su pluma, nos permite renovar su vigencia en el libro y su perpetuidad en el escenario con todas las galas de su bello contenido. Porque Prohibido suicidarse en primavera, dentro de su estructura de una deliciosa comedia, es un vibrante canto a la vida y a la naturaleza; y una lección de optimismo que reconforta y eleva el espíritu; es, en suma, la obra de un exquisito poeta que adopta una original terapéutica idealista en el “sanatorio de almas” donde se desarrolla la comedia.
El Doctor Ariel proviene de una familia que desde hace varias generaciones, llegando a la etapa de mayor madurez en sus vidas, han decidido suicidarse porque pierden las ganas de vivir. Esta situación afecta al doctor sobremanera y por ello se decide a estudiar la psicología del sujeto fatalista e invertir la fortuna monetaria que posee para crear una clínica llamada “El Hogar del Suicida” con el propósito de brindar ayuda y rehabilitación a quien lo necesite y, en caso de fallar, proveer al individuo de los medios necesarios para cumplir con su propósito. Con el paso del tiempo, el hogar va albergando personajes apesadumbrados con vocación de acabar con su vida.
La trama se centra en el Doctor Roda (alumno del Doctor Ariel) y su ayudante Hans, quienes ahora son los nuevos encargados de atender el lugar y brindar sus servicios a los personajes que van apareciendo. Sin embargo, la llegada por error al lugar de dos reporteros, Fernando y Chole, inconscientemente va contagiando alegría de vivir a los pacientes e incluso alteran la actitud del personal.