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Dos guerras mundiales, y permanentes estados de guerra regionales, una lucha ideológica que se agudiza cada vez más, han convertido a nuestro siglo en el tiempo de la violencia, ejercida ésta en nombre de los humanismos más opuestos.
Es así que el título que el filósofo francés Maurice Merleau-Ponty otorga a este libro, no surge de una oposición de los términos humanismo y terror, sino de la síntesis y alianza con que ambos se manifiestan en nuestro mundo actual. En nombre de uno u otro humanismo, se justifican no sólo las guerras abiertas, sino las guerras subterráneas, las presiones políticas, la destrucción sistemática y constante de cualquier tipo de oposición.
Tanto humanismo, como terror, son términos que han asumido en nuestra época valores distintos a los que revestían en el siglo pasado. Opuestos antes, servían además para designar, claramente, dos movimientos del espíritu humano. Hoy en día, difícilmente puedan separarse ambos, o pueda obtenerse para ellos una definición que sea reconocida universalmente.
Se ha producido un verdadero deterioro en la concepción clásica. O, si se quiere, nuevas concepciones imponen una revisión absoluta en las ideas del hombre contemporáneo, con el objeto de que concuerden mejor con su propia realidad. Una realidad que —no lo neguemos—, se nos oculta, o que preferimos cubrir con un velo.
Merleau-Ponty descubre todos los velos, y va descifrando el significado de tantos actos de violencia como se han ido sumando en estos últimos años. Prefiere polemizar respecto de todas las estructuras sólidamente constituidas en el campo del pensamiento, revisarlas criticándolas, y exigiendo una actitud más lúcida, más digna y más realista de todos aquellos que participan, aunque sólo sea con su existir, en este tiempo de la violencia.