Más resultados...
“…La actividad literaria de don Mariano G. Bosch ha recorrido una triple senda… Una es la del musicógrafo de rara competencia… Otra es la del comediógrafo… La tercera, la más valiosa, es la del historiador cabal y tesonero en sus búsquedas, prolijo y concienzudo en su documentación…”
“La obra del historiador en este caso debe ir forzosamente más allá del husmeo, del descubrimiento, de la calificación y clasificación documentaria, elementos previos al ordenamiento reflexivo y a la anotación crítica. Excede tales sectores para reclamar la intervención de facultades imaginativas sin cuyos atributos todo valor de realidad corre el riesgo de empequeñecerse en su trasmisión al no ser considerado esencialmente, es decir, en su condición de permanencia. Si ya es empresa de aliento obtener, verificar y seleccionar tales materiales, más loable es coordinarlos para infundirles el soplo de una vida coincidente, con su verdad esencial y objetiva. Otorgarle sólida consistencia sin deformar lo que fue, muchas veces resultará a la postre tan difícil como esculpir sin luz o pintar en sombras sin errar el trazo ni el color, otras tantas como rehacer una ánfora despedazada en mil trozos distintos cuya unión, antes de alcanzar la forma perfecta pone a prueba el conocimiento, la fantasía, la habilidad y la sumisión de quien aspira a reconstruirla”
“…Nuestro hombre se dio a una labor de lustros para reparar errores -aún los propios, en un ejemplar alarde de probidad intelectual- a desvanecer confusiones, a rescatar un cúmulo de obras, programas y aditamentos teatrales perdidos entre papeles amarillentos, crónicas a medio borrar por la acción del tiempo, originales discutidos, copias y adaptaciones sospechosas, carátulas averiadas, textos donde la polilla gozaba su paradójica ración de olvido, infolios marchitos, refundiciones inconclusas, tan susceptibles de apreciaciones discrepantes”
“Dijérase un hechizado del tiempo ido, por amor a las constancias artísticas de su tierra. Inmerso en el pasado teatral para desentrañar todos los pormenores de su vida”
Vicente Martínez Cuitiño