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Estas dos comedias están geminadas entre sí por presentar el drama ridículo de dos acaudalados comerciantes que no saben qué hacer con su dinero, y llegan a entregarlo a gente que se aprovecha de ellos. Está también la figura repetida de Cleonte, el muchacho que funge de pretendiente honrado de cada una de las hijas de estos burgueses crédulos. Son dos Cleontes pero geminados en el rol de un joven de iniciativa, talento y arrojo, que en cada obra va a llegar airoso a los brazos de su amada; recurriendo como arma secreta al poder persuasivo del teatro, con lo que la complicación de la trama crece en pequeñas y divertidas cajas chinas u obras dentro de la obra principal.