
Cierto misterio envuelve el quehacer del escenógrafo. En parte porque cada trabajo encierra ciertos secretos de comunicación íntima entre el texto dramático y la visual hegemónica que le corresponde. En parte porque existe un territorio que nos resulta ingobernable, y tiene que ver con la creatividad que emana de la común-unión entre director y escenógrafo.
El I Congreso Nacional de Escenografía, próximo a inaugurarse el miércoles 13 de noviembre a las 18 horas, en la Facultad de Arte, promete ser un espacio de diálogo e intercambio entre estudiantes, docentes, investigadores y profesionales de la escena argentina. La escenografía como tal ha sido desdeñada como objeto de estudio en sí, y aún no se ha logrado establecer un consenso básico en cuanto a conceptos, terminología, procedimientos y difusión de los estudios, que permitan el desarrollo necesario que sirva de aporte a todos aquellos que, desde la práctica o el consumo cultural, se acercan a este estudio.
Frente a este panorama el Primer Congreso de Escenografía propone una mesa de debate cuyo centro de discusión sea la formación de escenógrafos en nuestro país. Presidida por el director del INDEES, Dr. Marcelo Jaureguiberry, se ha convocado a diferentes docentes e investigadores de cada punto del país para poner en común las situaciones que enfrentan las carreras de escenografía en el territorio nacional.
Entre los convocados se encuentran, el escenógrafo y docente Héctor Calmet representando a la Universidad de Palermo, Damián Belot como vocero de la Universidad Nacional de Cuyo, Santiago Pérez en representación de la Universidad Nacional de Córdoba, Juan Carlos Malcún como miembro docente e investigador de la Universidad Nacional de Tucumán, Mario Pascullo, como representante de la Universidad Nacional del Litoral, y Marcelo Jaureguiberry, como agente de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Esta mesa redonda se propone poner en común las diferentes perspectivas en que se apoyan las carreras de escenografía del país, las condiciones de las diferentes cátedras de escenografía que se insertan dentro de carreras teatrales y audiovisuales, y cómo desde cada Universidad Nacional se hace posible la evolución de formas escenográficas que representan el mundo que nos rodea y nuestra manera de leerlo. Cómo los escenógrafos se hacen cargo del misterio de su quehacer.