Lugar: Museo Sívori, Buenos Aires
Por: Marcelo Jaureguiberry
Fecha: Julio 2006
De la Torre: Saulo Benavente, que fue mi maestro, era muy jovencito me invito para dar clases en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático para actores y directores, fue una experiencia muy interesante. A mi no me gustan las escuelas unilaterales, hay alumnos que están 7 años con un profesor, y eso hace que tengan unas carencias de todos lados.
ES muy importante que el alumno tenga un espectro mas amplio de los conocimientos.
Yo además soy profesores de Historia del Arte. Estuve 18 años invitado por Borges a dar clases en la Biblioteca Nacional , era la escuela nacional de bibliotecarios, eran cuatro de carrera y yo daba Historia del Arte, así que pude vivir a Borges desde muy cerca.
Bueno.. así que con Borges tomaba el vermouth todos los jueves, un privilegio para mí. Tuve suerte de conocer a unos cuantos grandes. Después de chico , yo iba a la casa de unos vecinos y como siempre andaba dibujando, un día me invitaron porque venía un amigo que pintaba y ese era Xul Solar y a partir de entonces comencé a ir a la casa de Xul Solar, y a raíz de eso es que me tienen harto que escriba sobre estos dos personajes.
Jaureguiberry: ¿Cómo enseña escenografía?
De la Torre: Depende el nivel, yo en mi estudio he tenido 40 o 50 alumnos dividido en diferentes niveles, primero la capacidad del alumno, al que chequeo en el primer mes. En la Escuela Municipal de Arte Dramático… ya me paso, porque en esa escuela ingresan sin titulo secundario, así que era malísimo el nivel. Yo en la universidad tengo cuarto y quinto nivel, así que ya tienen adquirido.
Jaureguiberry: Pero ahora con las nuevas tendencias del arte contemporáneo, las instalaciones, por ahí algunos escenográfos no saben mucho de técnicas de pintura o dibujo?
De la Torre: Bueno en realidad yo fui educado de una manera distinta, un poco en el mundo se han dividido la cosa (vestuarista, iluminador…). Yo fui educado en otra cosa. Fui alumno de Rodolfo Franco en sus últimos años, pero después todo los profesores nos inculcaban el sentido amplio de la escenografía teníamos que ser tanto diseñadores de vestuario, como despiezos para los planos de carpintería.
Y yo después entre a Arquitectura, estuve dos años porque después me fui becado a Francia en el año 1956 a París, estuve casi dos años, en ese entonces se viajaba en barco, muy lujoso y hice una exposición en el barco, así que conocí una de personajes en el barco, todo muy ostentoso, unos personajes.
Jaureguiberry: ¿La beca de qué era?
De la Torre: Del gobierno francés, una amiga de mi padre que había estudiado pintura con los grandes me dijo que no vaya a Paris a estudiar escenografía porque la escuela de Paris no tenía nivel, pero yo me fui igual a Paris, por supuesto. Y la verdad que a los tres meses me fui, era muy mala. Así que me fui a pasear por Europa de albergues estudiantiles y a dedo.
Jaureguiberry: Y en esa época hubo un cambio en la escenografía en argentina entre el 50 y el 60
De la Torre: No solo de la escenografía, sino de los autores, empezamos a hacer Sartre, Brecht, Shakespeare, en el teatro comercial eran cosas muy ramplonas, muy vulgares y eso..enlos teatros independiente. Después fundamos un grupo de teatro Teatro Estudio, mientras yo estudiaba en la escuela de la Carcova estrenamos la obra Deseada de Max Aub, una obra un español exiliado en México, después hicimos la Bella del bosque de Jules Superville y organizamos un concurso para elegir un dramaturgo para estrenas, y salió seleccionado La farsa del corazón de Atilio Betti.
Jaureguiberry: Y para usted ¿Cambió en ese momento?
De la Torre: Cambio todo, en los teatros independiente no había dinero, pero si mucha pasión, así que hacíamos escenografías con desechos, cartón, plásticos o materiales de empresas que donaban, había mucho apoyo, hoy esta todo mas producido, antes era mas blando.
Jaureguiberry: ¿O hablaba del cambio en la escenografía?
De la Torre: Sí… hubo un cambio importante, pero yo nazco como escenógrafo con el cambio, yo soy la generación del cambio, antes de nosotros estaban las casas que alquilaban como Colli, Hornos, casa que yo conocí que me llevaba Saulo, pero era maravillosos, vos alquilabas o una sala francesa, un rancho, etc. digamos que para las giras era muy común, me lo contaba Ores Caviglia, que cuando iban se llevaban doblado, era liviano, de fácil transporte. Las casas donde se alquilaban estaban muy bien ordenadas, todo clasificado, en casillero. Eran todo una familia, eran de origen italiano eran verdaderos técnicos, pero era un mundo de la escenografía totalmente diferente. Saulo siempre me contaba de las giras igual que Milagros de la Vega, Orestes Caviglia, que iban mucho de gira.
Caviglia era una talentoso, tenía una gran cultura, pero con un carácter muy ácido, era un intrasigente, muy parco, director, si te tenía que decir algo.
Jaureguiberry: ¿Y Saulo como enseñaba?
De la Torre: Bueno Saulo yo me crié un poco con él, fue brillante, era muy viajero entonces cuando se iba de viaje me dejaba a mi para que terminara las escenografías, así que yo en alguna terminaba poniendo luce, supervisando vestuario, me dejaba los elementos de la lista de utilería que tenía que ir a alquilar a lo de Puig , yo así iba aprendiendo, era muy estricto, implacable, nos divertíamos mucho.
Jaureguiberry: Y usted ¿Estuvo mucho tiempo con Franco?
De la Torre: No un año y medio porque Franco murió, siguieron en la Escuela de la Carcova Germen Gelpi, Mario Vanarelli y Carlota Beitia.
Jaureguiberry: ¿Ellos son sus maestros?
De la Torre: Sí.
Jaureguiberry: ¿Ellos hacían una introducción primero al lenguaje visual?
De la Torre: No primero tenía que tener un conocimiento previo. En aquella época para entrar a la Carcova tenias que hacer cuatro años de preparatoria, cuatro años de la escuela nacional y después la escuela superior que ahí hacías la especialización, en escultura, pintura o escenografía, pero esra una escuela de especialización, pero era difícil entrar, así que a mi me preparar durante un año en su taller particular Carlotta Beitía, y había que hacer durante un mes un examen de ingreso, te daban una obra y tenias que desarrollar todo. Esa época de la Carcova fue una época de gran prestigio para la institución, y veían mucha gente del exterior a estudiar, colombianos, panameños, peruanos, era muy prestigiosa en Latinoamérica.
Jaureguiberry: ¿Por qué estudió escenografía?
De la Torre: Desde chico jugaba hacer teatros con cajas de cartón, y aparte porque vengo de familia de artistas, tenía una tía cantante de opera en el Liceo de Barcelona, y mi padre estudio dirección orquestal en Barcelona y en verano se iban a Málaga. Mi padre tenía que hacer el servicio militar , en esa época eran cinco años en África, así que para que no hiciera la milicia lo mandaron en barco a la casa de una tía María Benitez, cantante , que como tenía mucha plata lo tenia a mi padre como un niño bien.
Cuando era chico en los puertas de los bancos se ponían una vitrinas donde se hacían escenas, y yo n o se como las conseguían y mi padre me las traía y yo las transformaba en teatro. Eran maquetas y yo las transformaba. Cuando venían mis primos y mis amigos jugábamos al teatro y yo hacia todo, le agarrábamos la vitrola a mi hermano mayor… Mis primas no querían que vaya a la casa porque yo me metía en todos lados de la casa sacaba cosas y armaba escenas, así que yo nací en el teatro y en medio de todo eso.
Hoy en día las familias dejan a sus chicos en su casa para ir al teatro, nosotros íbamos toda la familia, 7 , 8 era costumbre así, y veíamos cualquier repertorio, salíamos todo los días, mi familia era medio rayada para eso, vivíamos cerca de la avenida de Mayo y eso era un jolgorio.
Jaureguiberry: ¿Usted siempre quiso estudiar en Bellas Artes?
De la Torre: En mi casa, que era muy informada, estaba en el mundo del arte, así que nunca hubo problema para nada. Mis padres no tuvieron problema de que me meta a estudiar arte.
Jaureguiberry: Y con respecto a su obra… podemos decir que hay algunas líneas de trabajo, o hay una evolución…
De la Torre: El tiempo transcurre y uno va cambiando con él, y yo siempre estuve actualizándome, tuve épocas que trabajaba con tinta, otra con collage, y después trabaje con desechos, otra mas abstracta, con más síntesis. A mi no me parece que mi personalidad tiene que estar presente por arriba de la obra. El público es el depositario de todo lo que producimos, así que el clima que uno tiene que crear tiene que estar ahí, más allá de todo.
La personalidad de uno tiene que adaptarse a la obra y lo que esta en texto, uno tiene que ser creativo y recreativo, aunque yo a veces trato de escaparme por la tangente, Hay una obra de cosa que hicimos con Alcón, Carella que era De pies y Manos, en realidad lo que pedía Cossa era un living y yo me escape la obra habla del olvido o de la memoria, se me ocurrió hacer una serie de árboles de metal, como si la casa estuviera implementada dentro de otra especialidad , en una especie de bosque, bosque de metal de alambre de púa. Y ahí me escapo , estaba el living pero en un entorno casi surrealista.
Jaureguiberry: ¿Usted como trabaja, tiene alguna metodología? ¿Cómo sería un método para diseñar una escenografía?
De la Torre: El método no existe, el método es uno mismo, no hay método, uno trabaja de acuerdo a las exigencias, es la personalidad de uno.
No es lo mismo trabajar en el Colón, o en el Cervantes o en un teatrito pequeño, yo he hecho escenografías donde no había nada de dinero y hice con papel del diario toda la estenografía , que me la han elogiado muchísimo, la obra la dirigía Santiago Doria y se llamaba Sainetango en el Teatro del Omblio. Por eso no me pregunten por algún método.
Jaureguiberry: ¿Saulo tenía método?
De la Torre: No Saulo era un artista sin método, el hacía todo luces etc. A mi me llaman ahora y me dicen el vestuario lo va a hacer tal, la iluminación tal… a mi me revienta eso, por eso cuando me llaman les digo de entrada que yo hago todo, yo tengo la concepción platicas de la obra y no quiero que otro tipo me estropee la escenografía.
Jaureguiberry: Bueno ahora la profesión tiene más roles…
De la Torre: Esa mamarracha que vine de Estados Unidos… se empezó a deformar y prostituir cuando ciertos empresarios compraron obras. A mi llamaron para hacer Dracula en el Odeon con dirección de Sergio Renan y cuando llega el contrato había una cláusula que había que copiar la escenografía, y aparte había, como el escenario era más chico, que sacarle como el 50% a la escenografía. Así que no la hice, me costó mucho eso, y se lo recomendé a Miguel Angel Lumaldo Eso empezó a pasar los 90 y en los noventa se acrecentó. Así que muchos empresarios comenzaron a comprar producciones cocinadas como se dice vulgarmente, mamarrachos, es una vergüenza que con la gente talentosa que tenemos vengan estos. En Argentina hay mucho talento en el ambiente teatral.
Jaureguiberry: ¿Y usted como trabaja?
De la Torre: Yo cuando trabajo se me ocurren dos o tres posibilidades y después lo someto a la critica del director, cuando te metes en el proyecto o con una idea es muy difícil salir, así que yo me obligo a tener más posibilidades, el proceso va evolucionando.
Jaureguiberry: ¿Y con respecto a la escenografía de la puesta de Stéfano que usted hizo en el 2003 con dirección de Gené? ¿ Cómo abordó el planteo?
De la Torre: Yo encontré una documentación sobre el hotel de inmigrantes, la verdad que me inspiró una foto del hotel de inmigrantes donde hay un enorme depósito de valijas y la foto son valijas y baúles y baúles y valijas. Entonces yo hice una caja de tul , el comedor con todos los muebles y alrededor le puse una montaña de esas valijas y baúles entonces con la luz , hacia aparecer las valijas, o desaparecían, pero lo impresionante fue el final, porque los actores se subían a esos pilas de valijas y parecían enterradas en las valijas, era muy espectral, , la gente se quedaba muy impactada, me enchufaron una de premios ese año. hicieron no se cuanta cantidad de valijas, en realidad fue muy simple el planteo pero muy efectivo. Había un mundo real y una metáfora impresionante, las paredes las habíamos pintado como si fuera empapelado, muy decadente, entonces ahí la luz dejaba ver la casa con una gran sutileza. Pero el final era espectral.
Jaureguiberry: ¿Y Gené?
De la Torre: Coincidimos bastante.. en el plateo escenográfico…aunque él es muy especial, hizo una propuesta de Stefano muy personal que no fue muy bien vista, creo que si hubiera vivido Discépolo no le hubiera gustado nada. Me preguntó a mi que me parecería y yo le conteste que haga lo que él quisiera como director. Comenzó con el velorio de Stefano en el pistón del proscenio, tuve que hacer una cripta, entonces la obra empieza con el cortejo fúnebre de Stefano, con la iluminación medio embrujada, azul… y digamos que tenía cierto atractivo, pero desde el punto de vista del grotesco… don Armando lo hubiera matado.
Jaureguiberry: La gente se reía durante la obra, ¿por esta cosa del grotesco risa y llanto?.
De la Torre: No la obra es una tragedia impresionante, esa obra de risa no tiene nada, en el Cervantes no se reía nadie.
Yo trabaje con Discépolo, teníamos un grupo que se llamaba Gente de Teatro Asociada que estaban Inda Ledesma, Ernesto Bianco, Orestes Caviglia, Milagros de la Vega, hicimos un ciclo de 9 sainetes mostrando la evolución del sainete, una especie de cronología, en el Teatro Argentino en la calle Bartolomé Mitre, los directores eran Orestes Caviglia, Milagros de la Vega y Discépolo y los escenógrafos fuimos Saulo Benavente y yo . El grupo Gente de Teatro Asociada nació de una lió que hubo en el Cervantes, Caviglia dirigió Hombre y Super hombre de Bernard Shaw y al secretario de cultura de ese entonces no le gustó Shaw ni la temática y cuestionó la programación, así que Caviglia renunció y los actores también y ahí se formo Gente de Teatro Asociada.
Después se hicieron muchas otras obras, con el grupo hasta que nos ofrecen el Teatro Argentino en la calle Bartolomé Mitre – era la casa de Florencio Parravichini- después hicimos Querido Mentiroso.
Jaureguiberry: ¿Quién elegía los textos para poner en escena?
De la Torre: Caviglia, Caviglia era un grande, de una gran cultura era un gran director de actores… tenía mucho respeto al escenógrafo, uno le proponía ideas y era muy bien recibido. Ha veces los directores con poco talento te vienen hasta con el dibujito, y yo les planteo enseguida que le voy a proponer otras ideas, es lindo trabajar en equipo siempre que el director tenga talento. Pero Caviglia no se metía en los campos que el no dominara, era muy culto
Jaureguiberry: Discépolo también era culto…
De la Torre: Sí, muy culto, pero no tenía la versatilidad de Caviglia.
Jaureguiberry: ¿A nivel internacional que escenógrafos le impresionaron?
De la Torre: A través de Saulo que venía siempre de viaje hablando de Svoboda, y yo un día le dije bueno al final tanto joder con ese tipo, yo quiero ir a ver ese. Bueno y Saulo me hizo la conexión y me fui a su escuela a Praga, después hice una exposición en la cuatrienal de Escenografia de Praga. Aprendí mucho.
Vine aquí he hice ese vestuario para Hamlet con trapos de piso y esas cosas de la limpieza, fue una indagación sobre las texturas. Eso aprendí, y los bordados son de hilo sisal, de lo más rustico, de lo más ordinario.
Jaureguiberry: ¿Y qué le parece la nueva generación de escenográfos?
De la Torre: No te voy a dar nombres porque la mayoría fueron alumnos míos, después se me enojan. Tenés que ver una obra que se esta dando en el Cervantes ahora “Cita a siegas” hice una escenografía , como dicen ahora “minimalista” que es una palabra que me revienta, cualquier cosa ahora es minimalista, , me causa una gracia…..bueno esta escenografia es minimalista (se ríe a carcajadas).