Más resultados...
Un gran actor del teatro y el cine revisa su larga experiencia, y traza una imagen del oficio del comediante tal como éste se revela en la escena contemporánea. A este tema, que de por sí es de importancia especial en el campo de nuestra cultura, se agrega el hecho de que el autor del libro es una figura de la talla de Pierre Fresnay.
Todos los aspectos del arte interpretativo transcurren en “Yo soy un comediante” a través de los amenos diálogos que Fresnay sostiene con un interlocutor destinado más que nada a exacerbar su propia introspección, mediante la cual se nos revela un espíritu lúcido atento a todas las manifestaciones del arte dramático, un hombre de su oficio que no soslaya ninguno de los problemas sencillos o complejos, materiales o espirituales que afronta el actor de cine o de teatro que hoy trabaja.
Hay algo de orgullo en todo aquel que convierte a su arte en su oficio, a su vocación en su misión. Es lo que trasciende de los conceptos que va desarrollando Pierre Fresnay en este libro. El orgullo de ir ascendiendo en la calidad de las obras que debe jugar, y en el valor de la interpretación que presenta al público probablemente más ávido del mundo, el de París. Desde los primeros intentos, hasta la consagración a través de obras memorables, Pierre Fresnay es hoy un testimonio vivo del espectáculo de nuestro siglo, que ha demostrado poder ser un gran instrumento de cultura colectiva, participante activo de la vida social de los pueblos.
Por todo ello, este libro no resulta sólo un manual de texto para los actores del cine y del teatro, sino además una profesión de fe en el arte dramático de nuestra época, y un mensaje para las generaciones de actores que tengan por misión llevar hasta la sensibilidad del público las obras del hombre acumuladas a través de los siglos.