Navegador desactualizado!¡Estás usando un navegador desactualizado!
Su navegador no está actualizado, por lo que podría estar expuesto a amenazas informáticas. Adicionalmente algunas características de este sitio web no serán mostradas. Para obtener la mejor experiencia de navegación le recomendamos actualizar a una nueva versión o elegir otro navegador.
InicioCatálogoLibrosTeatro | TeoríaTeatro Nacional Cervantes. El Cervantes en la historia del teatro...
Tamaño del texto
3204 | 792.0982 Ur79
Teatro Nacional Cervantes. El Cervantes en la historia del teatro argentino
Disponible en sala
en acceso abierto | Sala Raúl Echegaray
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Sin calificación)
Loading...
Teatro Nacional Cervantes. El Cervantes en la historia del teatro argentino
AÑO
1973
PAÍS DE ORIGEN
Buenos Aires, Argentina
EDITORIAL O ENTIDAD EDITORA
Subsecretaría de Cultura de la Nación, Ministerio de Cultura y Educación
PÁGINAS
91
IDIOMA
Español
DONACIÓN
Guillermo De la Torre
INCORPORADO AL CATÁLOGO
29.04.2022
CONSULTAS
42

SINOPSIS:

La inauguración del Cervantes el 5 de setiembre de 1921, tuvo una doble significación. Por un lado, para el país, constituyó un verdadero acontecimiento cultural y social que convocó a artistas, intelectuales, políticos y, por cierto, a lo más granado de la sociedad de principios de siglo. El suceso mereció un despliegue excepcional por parte de la prensa porteña. Por otro, fue la cristalización del sueño más anhelado de la actriz española María Guerrero y su esposo Fernando Díaz de Mendoza, matrimonio que no sólo empeñó su voluntad y toda su energía, sino su fortuna personal para concretar el proyecto de construir en Buenos Aires el estupendo coliseo.

Actriz, directora de escena, maestra de artistas y musa inspiradora de los dramaturgos de su tiempo, María Guerrero llegó por primera vez a Buenos Aires en 1897, encabezando la compañía que dirigía con su esposo.

Tenía 30 años y un nombre que se asociaba con la renovación del arte dramático y escénico de España, donde el público la amaba. Sin ella, el teatro español contemporáneo, acostumbrado hasta aquel momento a los telones pintados y a un vestuario adquirido en las proximidades del Rastro, no hubiera alcanzado el apogeo que consiguió. Para el público burgués de entonces fue una revelación ver reconstruido el drama histórico en su verdadero ambiente y presenciar la comedia de salón en su apropiado marco de elegancia. No fue menor el reconocimiento del público argentino. La compañía Guerrero- Diaz de Mendoza o del Teatro de la Princesa de Madrid, que la Guerrero y su marido dirigían, rápidamente consolidó su prestigio en Buenos Aires. Durante la primera década del siglo XX, el desaparecido teatro Odeón la esperaba cada año para la presentación del amplio repertorio que ya sabía de los aplausos del público español. Jacinto Benavente, Eduardo Marquina, los hermanos Quintero, Ortega Munilla, y, por supuesto los clásicos Calderón, Tirso de Molina, Rojas, Ventura de la Vega, eran los autores preferidos de la actriz.

Los diarios y las revistas de la época no dejaban de elogiar las presentaciones de María Guerrero: “Su admirable temperamento, su vasta cultura artística, su dicción impecable…” “Las temporadas del Odeón constituyen uno de los acontecimientos salientes -y más cariñosamente esperados- de la vida invernal de la metrópoli… No sólo en el teatro, sino también en los salones y en las tertulias selectas de nuestro mundo social, se acogen y celebran íntimamente los rasgos ya familiares de la gentil artista: su conversación espiritual, su gracia tan castellana, su porte distinguido, en suma, su cultura de elevado gusto”.


Compartir en redes sociales
¿Cree que algún dato de esta ficha fue omitido o es erróneo?
Envíenos su sugerencia mediante el formulario de contacto.