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Estela Obarrio nació en Buenos Aires el 14 de junio de 1925. Su infancia transcurrió en el campo en la zona de Metileo, localidad cercana a General Pico, al norte de la provincia de La Pampa. Sus estudios los realizó como pupila en el Colegio Mallinckrodt y en el High School for Girls de Quilmes. En 1941 su familia se trasladó a la Capital Federal, adonde reside actualmente. En 1945/46 asistió al curso de Bibliotecología en el Museo Social Argentino. En 1947 se despertó activamente en ella su vocación por el teatro, lo que hizo que se vinculara con el Teatro Independiente La Máscara, permaneciendo allí hasta 1950, de donde se retiró con el grupo que conducía Oscar Ferrigno para fundar Fray Mocho. Al mismo tiempo que cumplía actividades artísticas y organizativas en el teatro, desarrolló su tarea como bibliotecaria en distintas instituciones: Consejo Británico, Embajada de la India, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA) en las bibliotecas departamentales de Matemática, Física y Meteorología en la Ciudad Universitaria, hasta 1966. Ocupó luego cargos en el Centro de Estudios Urbanos y Regionales del Instituto Di Tella y en la Fundación Bariloche en Buenos Aires. Retomó la bibliotecología en 1972 reorganizando la Biblioteca especializada Blas Parera de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), retirándose en 1982. Entre 1987 y 1990 asesoró la organización de las bibliotecas especializadas de la Asociación Argentina de Actores y la del Conservatorio Nacional Superior de Música Carlos López Buchardo. Desde 1983 comenzó a reunir la documentación para la redacción de este libro, cosa que hizo en distintos períodos. El archivo personal de Ferrigno que le fuera entregado en 1987, enriqueció la información que poseía al punto que rehizo numerosos capítulos. Y en 1991, en conocimiento del trabajo que estaba llevando a cabo, le fue cedido el archivo fotográfico del Teatro que estaba en poder de quienes administraban Fray Mocho en 1962. Estuvo casada con Oscar Ferrigno con quien tuvo su único hijo, Santiago, a quien dedica su libro.