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En diversos encuentros y reuniones de trabajo, Jesús Cimarro compartió conmigo la siguiente cita de W.H. Auden, como punto de partida obligado para cualquier estudio de la actual situación de la producción teatral de nuestro país: “Sí, la crisis es bastante seria, pero nunca la controlaremos si nos lanzamos ciegamente de un lado para otro, en obediencica a los frenéticos gritos de pánico”. Las expectativas del autor con este manual son las mismas que unirán a todos sus lectores: huir de los gritos de pánico, que Auden calificaba de escapistas.
Es allí, en el espacio de la reflexión donde no caben afirmaciones tajantes sino el debate que provoque el deseado fin de todo aquello que pretendió herir de muerte y vida no eterna a nuestro Teatro, donde ha nacido este Manual de producción, gestión y distribución del teatro. Los problemas en el sector teatral son varios; las soluciones a éstos, muchas, a elegir. La imaginación de los, aún hoy, artesanos de la producción teatral -entre los que se encuentra Jesús Cimarro- es la que decidirá en un futuro próximo si la figura del “productor-creador” podrá pervivir entre todo lo que le castiga, enriquece o transforma.
Detrás de cada cartel indicando “no hay localidades para la función de hoy” se acumula una inmensa labor de creación artística, pero no cabe olvidar que también se esconde un importante trabajo de producción teatral que decide sobre los problemas del presente para -con las soluciones aportadas- responsabilizarse de su futuro.
Los que hoy en día trabajamos en nombre del Teatro necesitamos el debate que toda publicación pueda suscitar, sin olvidar que la producción -tan sólo un motor más- es parte de eso que todos amamos: el teatro.
Kathleen López-Kilcoyne