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La renovación que vive el cine argentino es ya un fenómeno indiscutible. El tiempo dirá si se trata de un hecho generacional o un cambio que dejará consecuencias duraderas.
La filial local de FIPRESCI –una de las entidades que agrupan a los críticos de cine– ha publicado el primer libro dedicado al cine joven. Subrayando su aspecto independiente, se realizan diversos abordajes: varios autores se ocupan de los nuevos códigos y estéticas –en quiebre con los modelos de representación del cine previo–, de las temáticas, los protagonistas, la recepción del público y la actitud favorable de la crítica, que también atraviesa una transformación.
El libro destaca la obra de cuatro realizadores, tal vez los más talentosos del momento: Martín Rejtman, Adrián Caetano, Pablo Trapero y Lucrecia Martel.
También tienen su modesto lugar el documental y el cine de la industria. De fuerte cariz periodístico, los artículos fueron en algunos casos desbordados ampliamente por una producción cinematográfica incesante, que continuó tras su publicación.
Se destaca el análisis de Sergio Wolf –el único con intención de ensayo– acerca de la notable Garage Olimpo y sobre la representación de la dictadura en el cine.
La edición bilingüe resulta adecuada para su difusión en los festivales internacionales, donde el cine argentino tiene una presencia cada vez más destacada.
Este libro sirve como introducción a un asunto que espera un estudio profundo.