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Rafael, un niño de ocho años de edad, se embarca en la aventura de hacerse invisible siguiendo las instrucciones de un folleto de magia negra que lo obliga a robarse una gallina negra y sacarle la molleja; sacrificar un gato y extraerle el corazón, y cometer la herejía de quitarle la foto de la Virgen a un escapulario para poner en su lugar
las vísceras de los animales sacrificados. Todo debe hacerse a medianoche y en el cementerio.
Cumplido el experimento, decide ensayar en las calles del pueblo los efectos de su invisibilidad y descubre que pasa inadvertido para los demás, salvo para un ciego que tiene la virtud de «verlo ». Lo que ignora el «niño invisible» son las verdaderas razones por las que no es visto por el resto de personajes : su propia madre, un comerciante, la diva de la aldea, el barbero y la gente que se le sienta encima en el cine . Pero, sobre todo, por su propia novia … Al niño le basta esta última certeza para sentir la urgencia de superar su insignificancia y deshacerse del escapulario que en mala hora se puso al cuello.