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Es esta una comedia costumbrista que relata las andanzas de un sacerdote pintoresco, humano y simple que ejerce su ministerio con bondad, tolerancia y un hondo sentido humano. El Padre Liborio, por querer acercarse más a Jesús, se ha aproximado a los humildes, a los que sufren y soportan las injusticias de la vida y ahí ha creado en torno a su nombre un ambiente de credulidad que lo envuelve a él mismo en un clima de milagro. El soluciona todos los problemas de su parroquia adecuadamente, y haciéndose amar hace amar también a Dios.
Su autor quizá no buscó nada más que entretener y emocionar, sin aspirar a más gloria, y el éxito de público obtenido por esta comedia y su personaje principal dice que lo ha logrado.