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Silvio Giovaninetti nació en Saluzzo, Italia, en 1901. Ejerció de muy joven el periodismo, llegando a ser crítico dramático de Il Popolo de Milán.
Más tarde se dedicó a escribir obras teatrales, las primeras de las cuales no alcanzaron gran éxito. Luego, en 1948, con L’Abisso y en 1950 con Lydia o L’Infinito, cambió la opinión de crítica y público empezando a sonar el nombre de Giovaninetti como el de un buen dramaturgo.
Además de las obras mencionadas ha escrito Ombre, Gli Ipocriti, L’oro matto, Sangue verde (publicadas estas dos en nuestra Colección Teatral), Il paradisso notturno, Cio che non sai y otras.
En esta última como en la mayoría de sus obras, Giovaninetti elude la pintura de caracteres. Sus personajes caminan, hablan, gesticulan, movidos por una fuerza extraña que no despierta ningún comentario y que aceptan vencidos, sin luchar. En ellos el futuro no entra.
El propio autor dice de Cio che non sai: “La obra es insólita, un poco misteriosa, quizás desconcertante, a causa de ciertos intentos que, a la postre, parecen defectos”.