Más resultados...
Para comprenderse a sí mismo y a la sociedad en que vive, el ser humano necesita mirar atrás, a su propio pasado. Y no sólo al pasado inmediato. La historia es el elemento principal para la autocomprensión de una sociedad, incluso si esa visión retrospectiva llega a mostrar cuán lejano queda el ideal de la realidad. Así también la historia de la Iglesia es una disciplina que contiene un poderoso elemento de autodescubrimiento, no sólo para el creyente sino, en cierto modo, también para el no creyente cuya cultura personal tiene raíces en la tradición occidental.