Más resultados...
La filosofía tiene una especificidad que habilita al “pensar” en su dimensión crítica y experiencial. Crítica porque permite una mirada ampliada que desestabiliza cualquier intento hegemónico de apropiación de la verdad y experiencial porque es un pensamiento que transforma y se transforma o por lo menos a eso aspiramos.
Poner sobre la mesa de discusión la “violencia” ya sea en su forma real o simbólica, trae a nuestro imaginario en principio aquellas situaciones que invaden nuestra cotidianidad: violencia de género, abuso de menores, inseguridad, violencia en el deporte, en la escuela, discriminación y todas otras formas que lamentablemente nos estamos acostumbrando a consumir sin mayor lugar al espanto.
Vamos a intentar desde estas dos dimensiones de la filosofía contribuir a pensar cómo visibilizamos o invisibilizamos la violencia, cómo se puede vincular la violencia con la realidad y qué puede proponer la filosofía para seguir pensando.
Dra. Cristina Rochetti
Universidad de Cuyo