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Nicolás Gogol nació en el distrito ucraniano de Mirgorod, cerca de Sorochintsi, el 20 de marzo de 1809.
El que habría de ser uno de los más brillantes escritores rusos -autor, entre otras obras, de “Mirgorod”, “Taras Bulba” y “Almas muertas”- no tuvo una iniciación literaria feliz. Su primera presentación, el poema “Küjelgarten”, fue recibida por una crítica adversa, lo que llevó a Gogol a quemar la edición. Tenía entonces sólo 20 años de edad.
Muy diversa fue la suerte de su libro “Las veladas en Dikanka”, aparecido dos años después. Con él se inicia el camino de Nicolás Gogol hacia su consagración en el mundo literario.
Sus cuentos -de los cuales Quimantú entrega hoy esta selección- fueron elogiados unánimemente por los críticos, entre ellos Bielinski, quien expresó: “Lo que destaca en los cuentos de Gogol es la sencillez de la ficción, el popularismo, la veracidad perfecta de la vida reflejada, la originalidad y la animación cósmica siempre vencida por el profundo sentimiento de tristeza y de desaliento. La razón de todas estas cualidades está en que Gogol es poeta, poeta de la vida real”.