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Hierros viejos y hay que agregar heroicos: esta obra de José Miguel Echeverría revela algo más que un conocimiento y amor a las armas antiguas. Un sentido histórico que ve concretado en las armas, las ansias, glorias y fracasos de un pueblo.
Y al margen de estas consideraciones tenemos que mirar con elogio “y con sana envidia” el afán coleccionista de Echeverría con esas tan eficaces instrucciones sobre el coleccionismo. Después vemos desarrollar en capítulos -en los cuales el conocimiento de las armas va unido al de tapices, cuadros, miniaturas, esmaltes y marfiles- la historia de todo el arsenal bélico desde el Románico. Y ello con una claridad y una sencillez expositiva, bien distintas de la pedantería habitual en este tipo de estudios tantas veces sobrecargados de una nomenclatura sólo para iniciados.
En la pluma de Echeverría las armas se convierten en instrumentos no sólo mortíferos sino de una racional e inteligente elaboración pensando que en esta Edad Media es la mano del hombre la que tiene que manejar el material mortífero. Llega el Renacimiento y Echeverría lo define con una gran audacia y síntesis -“el feudalismo es precipitado a su fin por el arcabuz”-. Con el arma de fuego, o ataque y defensa a distancia, se terminaron los caballeros andantes y también la forma del valor recluido hasta ese momento en el temperamento personal. Con la afirmación de que es España el primer país en adaptarse a las nuevas armas. Y como siempre ocurre cuando un elemento social deja de ser efectivo, aumenta su valor decorativo que es lo que ocurre con los escudos barrocos de la nobleza y con las decoraciones tan brillantes de las armaduras del siglo XVI.
Las espadas se convierten en joyas y las guarniciones de los puños se complican en parte con un sentido funcional. Otra vez más y paralela al florecimiento cultural, como dice Echeverría, la cazoleta española “es una espada insuperable en elegancia y eficacia”. Y esa artesanía tan especializada, determina la excelencia a nuestras armas en el siglo XVIII, hasta tal punto que son objeto de exportación a diversos países de Europa.
Este libro nos da una visión completa y sucinta de la historia y técnica de la armería singularmente de la española. Técnica y belleza que desaparecen en lo que él llama “el infierno de la guerra total”. Armas cuyas características pueden verse en los museos españoles, tan amorosamente estudiados y con tanta lucidez expuestos en este pequeño libro.