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Asesinatos a sangre fría, desfalcos de guante blanco, venganzas refinadas, crímenes perfectos (o casi perfectos), defunciones imprevistas, misteriosas llamadas de madrugada, extraños accidentes caseros… Todas las variedades del crimen son posibles en el mundo de Hitchcock: las más escalofriantes, las más intrigantes, las más originales y sorprendentes. Con su privilegiado “ojo clínico” y su gusto por el humor negro, Alfred Hitchcok fue reuniendo y publicando a lo largo de su vida sus historias favoritas de suspense.
Aficiones peligrosas contiene en sus páginas una buena muestra de esa labor del maestro del crimen: relatos ya clásicos de los mejores autores del género, que mantienen el ánimo en vilo hasta la última línea.
“Den rienda suelta a su curiosidad y lean estos cuentos de misterio. Están llenos de suspense y harán que sientan escalofríos y se les congele la sangre”. Con la garantía de Alfred Hitchcock.