Más resultados...
Cuando en 1949 se estrenó Muerte de un viajante, obtuvo de inmediato un éxito que catapultó a la fama a Arthur Miller, y hoy es ya un clásico del teatro norteamericano del siglo XX. Llevada innumerables veces a las tablas en todo el mundo, y en varias ocasiones a la pantalla, esta pieza teatral se ha convertido en un símbolo de la tragedia del hombre corriente en una sociedad que lo aniquila. El protagonista, Willy Loman, casado y padre de dos hijos, ha trabajado toda su vida como viajante de comercio para conseguir una vida digna. Tiene sesenta años y está extenuado; pide un aumento de sueldo, pero se lo niegan y acaba siendo despedido “por su propio bien”. Entonces todo a su alrededor se derrumba: ¿qué error ha cometido? “El que siga habiendo tantos Willy en el mundo”, afirmó Miller, “se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad o de la tecnología y se anula como individuo”.