Más resultados...
La exhaustiva búsqueda de datos, los testimonios directos junto a las imágenes publicadas, dan visibilidad y pone en valor a este periodo histórico, transformándolo en una herramienta fundamental para los que creemos en la importancia que tiene la memoria para el crecimiento de los pueblos.
Sin proponerlo directamente y a través de su investigación, que habla por sí misma, Irene Villagra, nos leva a la reflexión.
Teatro abierto fue una reacción brillante, artistica y de rebeldía frente a la nefasta dictadura que nos oprimía; pero pasado ese momento no pudo continuar como un hecho artistico e ideológico a través del tiempo, los intereses ya no eran los mismos.
Entonces, me quedo con la consigna planteada en nombre de Teatro Abierto para el Teatrazo 85: Por la defensa de la democracia, por la liberación nacional y la unidad latinoamericana.
Héctor Alvarellos
A pesar de algunos vaivenes de la memoria (esa señora a veces caprichosa y a veces un poco amnésica) soy de los que piensan que la historia de Teatro Abierto no terminó en el ciclo 83.
Muy por el contrario, se prolongó hasta el Teatrazo ganando las calles, y sobre todo, en el ciclo Nuevos Autores/ Nuevos Directores donde junto a un puñado de creadores lamantes e inexpertos, tuve la inmensa fortuna de vivenciar cómo figuras y sueños trazados por mi mano de novato obraban vida en un escenario, animados por intérpretes de lujo, y orientados por un equipo de Maestros que nos dieron el primer empujoncito en ecto camino sin retorno.
Por eso elebro que, de la mano de una investigadora seriay rigurosa como Irene villagra este libro indispensable les cuente a las generaciones presentes y futuras cómo vino el asunto en aquellos años de flamante y esperanzada libertad.
Luis Sáez
Teatro Abierto es sin dudas, un hito en la historia del teatro argentino. Tue otro grito desesperado de lbertad de los artistas en medio de la dictadura cívica-militar-religiosa (como bien insiste Nora Cortifias) más terrible en Argentina, ocurrida entre 1976 y 1983.
Un grito que fue consecuencia de otros gritos anteriores durante la dictadura misma, como fue Alterarte (1979) y Encuentro de las Artes(1980 del monstruo, en medio de las desapariciones, del miedo misma panza y 1981), entre otras experiencias, que se realizaron en la y de los gritos de las torturas y las muertes.
Entonces, Irene Villagra rescata del olvido y recupera la memoria también de aquellos primeros gritos de 1ibertad artistica, que sin difusión masiva marcaron un camino hacia la resistencia artistica, polftica y social en Argentina y que Teatro Abierto lo visibilizó.
12
Fueron momentos provocadores, y contestatarios porque con muchos riesgos, convocaron a la lucha por la libertad, al encuentro de personas, a la inteligencia, a la solidaridad. El arte enfrentando a la censura y a la muerte, con posiciones políticas y artísticas que hacían pensar, sentir acer con actitudes críticas, participativas, transformadoras y revolucionarias.
grito de libertad, renovador, referencial y convocante, Ia investigación EI teatro, el arte, en definitiva fue y deberá ser siempre un de Villagra lo hace vigente.