BALANDRAJO EN FULTON Y SAN ANTONIO

BALANDRAJO PRESENTADA EN FULTON Y EN SAN ANTONIO

VIERNES 7 DE JUNIO DE 2019

Otra mañana de ruta que nos acerca a Fulton rebalsada de sol, ese sol inmenso, hermoso y cálido. Así también nos reciben en la escuela. Ya nos conocen, y eso, es la mitad de un camino allanado. El mate, los bizcochitos, las galletitas que compartimos antes de la función, es nuestra rutina cuando llevamos teatro a las escuelas.
Ya se siente en Fulton el amor, lejos de exagerar, esa escuela nos brinda siempre experiencias hermosas y dignas de recordar. Así perpetuamos nuestro trabajo, nuestra profesión y todo el amor y voluntad que requiere poder estar ahí, compartiendo una mañana entera con todos los que hacen de ese hermoso espacio, una escuela que ya queremos mucho. Y a la que siempre queremos volver.
Balandrajo, dirigida por Mariano Delaude y protagonizada por Matías Madrid y Pedro Baldovino nos hace recorrer desde la historia hasta los valores.
La puesta en escena de una obra en las escuelas siempre cambia, según el espacio, el sonido, dónde poner las luces, desde dónde salen o se presentan los actores. El director acomodó luces y sonido, y los chicos comienzan a hacerse parte de la previa de la función. Corren y juegan los alumnxs de primaria mientras disfrutan del recreo, y se preparan las colchonetas y sillas para ver la función.
Balandrajo hace reír, muchísimo. Hace pensar, nos hace conectar con el reciclaje, el reutilizar cosas, nos conecta con la amistad, con el amor, con la historia que “no nos cuentan” e incluso con la tercera edad. Nos hace pensar la música también, con el placer de escuchar un fragmento ni más ni menos que de Luis Alberto Spinetta. No sé si esto está clarísimo para todos, pero sí creo que la percepción no falla en términos de encontrarle el mensaje a la obra. Balandrajo emociona, también muchísimo. No hubo más de un momento en el que tanto alumnos como profes pudieran mantenerse serios. Nos hace sentir en el mar por un momento, y querer, efectivamente que crezcan plantas frutales por todos lados. Nos hace sentir, y es más que suficiente. Nos deja recorrer elementos con los que los propios actores juegan y dan vida a su vez. La conexión con el público, con este nuevo público obtuvo el climax con balandrajo. Como siempre, sobre todo los más chicos, movían el cuerpo constantemente queriendo ser parte de lo que disfrutaban. El cuerpo habla, muchísimo si nos detenemos a escucharlo y entenderlo.
Pasó algo realmente hermoso, se sintió la voluntad y la empatía directa y absoluta por parte del elenco para con las escuelas rurales. De un lado y del otro, la función de Balandrajo en Fulton, va a ser siempre un nuevo punto de partida.
Gracias por el teatro, por las personas que laburan con convicciones, por todos los que entendemos la importancia de la educación, de la equidad, de que todos podamos ser parte de distintas experiencias artísticas y de estas mañanas hermosas que nos hace volver con la sonrisa plena y el alma muy contenta.

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