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Cine I. Bergson y las imágenes
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Cine I. Bergson y las imágenes
AÑO
2009
PAÍS DE ORIGEN
Buenos Aires, Argentina
EDITORIAL O ENTIDAD EDITORA
Cactus
PÁGINAS
576
DONACIÓN
Edgardo Gutiérrez, en nombre del proyecto de investigación "Cruces entre cine y literatura latinoamericana. Aproximaciones teóricas y filosóficas"
INCORPORADO AL CATÁLOGO
20.12.2019
CONSULTAS
36

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Deleuze presenta este curso sobre bergsonismo y cine, editado aquí por primera vez en castellano, como un “riesgo” que ha tomado. ¿Cuál es el riesgo? Deleuze teme que la exploración de un terreno tan ajeno a la filosofía lo lleve a un mero ejercicio de aplicación de conceptos.

¿Por qué valdrá la pena este “riesgo”? No se cansa de repetirlo: la tarea del filósofo es inventar conceptos. Más que un estudio sobre el cine, lo que se encontrará aquí es entonces un experimento del pensamiento a través del cine. Y como en ningún otro curso, se verá el esfuerzo y la diversidad de operaciones, de decisiones tácticas locales tomadas en el momento justo, que son necesarias para que avance eso que Deleuze llama “invención”.

¿Cómo escapar a un comentario acerca del cine en sus propios términos o en los de la crítica? Asentándose en el mundo bergsoniano de las imágenes iguales a la materia. ¿Y si eso se detiene, si se corriera el riesgo de que la filosofía asfixie al cine? Avanzar con Pasolini, con Vertov, con el expresionismo alemán, con Griffith y con Eisenstein. ¿Y cuando se palpe ya el borde de un nuevo abismo? Se volverá a la filosofía, aparecerá Peirce para dar el gran salto, Maine de Biran, Descartes. Y cuando haga falta, se recurrirá también a la novela, a John Dos Passos, a Robbe-Grillet.
¿Qué gana el cine con todo esto? Un enorme espesor dramático-filosófico que redefine sus problemas técnicos –montaje, campo/contracampo, profundidad de campo, la actuación–, sus géneros –el drama, el western, el policial, el burlesco, el terror–, sus corrientes –expresionismo, naturalismo, realismo, neorrealismo, nouvelle vague, experimental– y sus directores, en tanto problemas de la expresión y el pensamiento.

¿Qué gana la filosofía? Una invención de conceptos para explorar el pensamiento de lo que constituye la “visión” de Deleuze: un universo no-humano hecho de interacciones universales y centros de indeterminación, de percepciones moleculares, de pulsiones y objetos, degradaciones, de duelos de fuerzas, de organizaciones o desconexiones sensoriales y motrices, de memoria, de tiempo.


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